Se acercaban los años 50, Don Agustín, navarro de nacimiento, hacía kilómetros con su camión y Doña Isabel hacía delicias en su casa de comidas en Cuenca.

Las ansias gastronómicas de Don Agustín hicieron que, entre kilómetro y kilómetro, quedara prendado, primero de las comidas de Doña Isabel, y posteriormente de ella, decidiendo casarse el 2 de marzo de 1950. Se establecieron en la bella ciudad de Valencia, donde el 6 de marzo de 1950 cogieron las riendas de la «Taberna Alkázar», ampliándola en el año 67 comprando la antigua «Casa Julio».

Trabajaron muy duro durante décadas, y a finales de los años 80 su hija María Isabel Álvarez junto con su marido, Jorge Fernández, ofrecieron su apoyo y ayuda para poder continuar gestionando el negocio familiar en el que sabían que los fundadores habían puesto tanta dedicación, ilusión y sacrificio.

Tras casi 70 años, el respeto a la materia prima, el buen hacer, los trabajadores comprometidos y, por supuesto, la complicidad de los clientes ha permitido que la Taberna Alkázar continúe sirviendo los mejores platos de nuestra cocina mediterránea. Siempre acompañados por los excelentes vinos de nuestra bodega.